- Llevo quince años sin tomarlo y me apetece mucho. “Esto no duele nada”, me dijo con la jeringa en la mano. - No, he quedado con Mari Carmen, vendrá a recogerme, tenemos sesión de depilación en casa de una pareja de ingleses y luego iremos al gabinete. - Sí, a esto, a esto. Me duele, mamá, me duele aquí, dejame que me saque ese peso que me han puesto, tengo algo en la barriga que pesa tanto y me duele, mamá, decile a la enfermera que me saque eso. - Tienes que tomar un poco el sol, estás excesivamente pálida. -Me dijo poniéndose de rodillas detrás de mí, pegando sus tetas a mi espalda y volviendo a cogerme la polla-. El mercado ya no es el entrañable lugar donde uno compra fruta y verduras en el barrio. ¿Cómo se le abría ocurrido meterse en un convento con el carácter que tenía? - Me vas a demostrar eso que me has contado antes de que puedes echar varios polvos seguidos. Volvimos a casa. ¿No cree usted que es un contradiós que, precisamente lo más bonito que tenemos las mujeres, lo disfrute sólo un hombre? Rocío se durmió sólo poner la cabeza en la almohada y yo un minuto después que ella. - ¿Te has corrido en alguna ocasión varias veces seguidas? - No, se aprende en la facultad, pero no lo enseñan en la docencia. Parecería que no tenemos toda la noche para besarnos, tonto. Se encontró adentro – Página xiiUd . no debería permitir que el señor me hable así , señora ! EMILIA . ... Vengo , porque no puedo ... Que vaya al baño , si tiene dolor de vientre . - No te puedes imaginar el juego que me hizo mi sobrina María, fingiendo que era la chica que venía a ayudar a casa para que la follase. mejor metodo q la fe y cuando ay fe todo se puede lograr por q dios tarda. - Sí, pero coño, que yo llevo ya veinte años en esto. Poemas Góticos: poesía gótica. - No, muy poco. Aquí te pillo, aquí te mato. Es ahí cuando se da cuenta que el novio del pelinegro y Renjun ahora se encontraban en una acalorada conversación sobre algo que el omega no logra escuchar. - No está nada seco, sino lo contrario. - ¿Pero que la oriente en qué? Normalmente a estas urbanizaciones guarras viene mi marido. Poemas Góticos: (Ordenados alfabéticamente) A-B. A lo mejor habrá que esperar unos días más, señor Morán, ya sabrá por De Luisi que la operación fue más complicada de lo previsto, a veces hay pequeñas sorpresas. - Mucho, primero me gusta verme desnuda y empalada por una buena polla y luego me gusta ver la cara de golfa que se me pone. - En el sueño, Carlos. -Me dijo dándomelo a oler-. - Ahora, María del Mar, hazlo como quieras, ¡me voy a correr! - ¿Qué tal un tercero, yo tengo que hacer algo para bajar esto? Ahora ya ni le puedo preguntar si quiere hacer pis, lo malo es que sería capaz de aguantarse toda la noche si yo me quedara en la pieza. Yo no supe qué contestarle y ella se fue a cerrar las persianas y arregló los frascos en la mesita mientras yo me tomaba la temperatura. Estoy tomando Aerored pero siento pequeña mejoría no sé que tomar algunas veces me tomo un ibuprofeno … Vendrían a buscarlo a las cinco y media en punto, todavía le quedaba un rato para dormir, los padres esperaban en la planta baja porque le hubiera hecho impresión verlos a esa hora. Se encontró adentro – Página 165Pero yo soy una pobre vieja : no le voy a permitir , ni a usted ni a nadie , que me venga a asustar ... Me duele tanto aquí , aquí mismo en el vientre . Sí, mamá, sí, diez minutos queriendo saber si me duele aquí o mas allá, menos mal que se tiene que ocupar de mi hermana en casa, al final se fue y yo pude terminar la fotonovela que había empezado anoche. Yo le puse una mano en el pelo y la otra mano la movía entre sus tetas y su chocho. Será sí o no. Al cabo del rato abrió los ojos y me miró. -Dijo Mari Carmen-. Además, que fácil para desnudarse si surge una oportunidad. - Pues que el tío tonto se folló a una compañera de trabajo más fea que pegarle a un padre y Mari Carmen se enteró. Irse a un pindin (fiesta tradicional del interior), cantaderas (otra fiesta tradicional), comer frituras, baile tipico, etc. Casi no me duele, qué bueno estar así respirando despacio, sin esas náuseas. - Claro que me gusta. -Le preguntó Rocío a Mari Carmen, con voz de estar ella también a punto-. -Le dijo Mari Carmen-. Tenía un tipo atractivo con unas tetas medianitas de areolas grandes y rosadas, un pequeño triángulo de vello muy corto en el chocho y unas bonitas piernas. ¿Cómo fue? Sobre las diez y media de la noche me llamó Rocío. - ¿A qué llamas tú mucho? We have even fought hard to defend your privacy in legal cases; however, we've done it with almost no financial support -- paying out of pocket to continue providing the service. ¡Cómo me gusta, Carlos! -Les dije-. Conseguí dominarme (eso se lo debo a Marcial, me ha enseñado a controlarme y cada vez lo hago mejor), y me enderecé como si no hubiera sucedido nada, puse la toalla en la percha y tapé el frasco de agua colonia. - El porno es el porno y esto es la vida real. Terminamos de cenar y nos fuimos andando para mi piso. - Esto tenemos que repetirlo. ¿No habrás estado visitando a la doctora de mi sueño? Ya en la calle y eso no, pero en casa, ¿por qué no? - O sea que con el mandado a su aire. - Ábrete el chocho con las manos. Por momentos me parece que me voy a dormir, pero de golpe la herida me pega un tirón o todo me da vueltas en la cabeza, y tengo que abrir los ojos y mirarla, está sentada al lado de la ventana y ha puesto la pantalla para leer sin que me moleste la luz. Pregunte a cualquiera de las mujeres con que he tenido relaciones sexuales. “¿El pantalón?”, preguntó con una voz que se le quebró en un gallo. - No estoy acostumbrada y me da vergüenza, creerás que soy una calentorra. - Se alegrará de recibirlos. Podrían traer un sofá cama y yo lo acompañaría para que se vaya acostumbrando, entró tan pálido el pobrecito como si fueran a operarlo en seguida, yo creo que es ese olor de las clínicas, su padre también estaba nervioso y no veía la hora de irse, pero yo estaba segura de que me dejarían con el nene. Yo empecé a excitarme bastante mirándote. Pero en cambio mandaron a Marcial, me tomó de sorpresa verlo entrar así pero me hizo una seña para que no me moviera y se quedó a los pies de la cama leyendo la hoja de temperatura hasta que Pablo se acostumbrara a su presencia. ¿Dónde la has dejado? Volvió al minuto se puso a mi lado y vertió parte del contenido del bote sobre mi polla y mis huevos y luego lo extendió con sus manos. - Sí que lo creo. - Tú lo que querías era verme haciéndome un pajote. - Ya quedan pocas personas y es tarde, no pienses que siempre es así. - Ya verás como eso se arregla pronto. Empecé a obsesionarme por lo que me estaba perdiendo y eso puso en crisis mi fe, hasta que me decidí a colgar los hábitos. - ¿Vamos al dormitorio? Justamente cuando ponía cara de póker, de no haber entendido ni papa. Así, que mi madre me ha pedido que viva conmigo un tiempo hasta que se adapte a su nueva vida y yo no he podido negarme. Los pies de Rocío me estaban produciendo un gran placer y sobre todo un morbo enorme. Tenía unas tetas muy blancas, más bien grandes, caídas por la edad y los embarazos, un poco de barriga, con algún michelín y el chocho con una buena mata de pelo. Había que verle la cara a De Luisi, uno no se acostumbra nunca del todo a estas cosas. Gracias a que es muy rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos que otorgan muchos beneficios al organismo, el consumo de esta raíz es algo más que recomendado.. Para qué sirve el jengibre ¿Dónde? Lola se hizo nudista en una tarde y Paula reniega del nudismo como de la peste, aunque no lo haya practicado nunca, que yo sepa. - ¿Te vienes a la cama? - Dice que ahora va a disfrutar de lo lindo. Rosa es un encanto de mujer, pero no estuvo bien lo que hiciste. Siempre cierra los ojos en esos momentos pero es casi peor, está a punto de llorar o de insultarme, está entre las dos cosas y no puede, es tan chico, Marcial, y esa buena señora que lo ha de haber criado como un tilinguito, el nene de aquí y el nene de allí, mucho sombrero y saco entallado pero en el fondo el bebé de siempre, el tesorito de mamá. - Acércate que te coma el chocho. I G-K. - Sí, pero así es la sociedad. - Regular, pero ya se me pasará. Dejé de trabajar y salí a la terraza. - Puedes hacer lo que quieras, menos cortármela. - ¿Te refieres a esto? - Yo no quiero vaso, sabe más fresquita a morro. - Las ganas de practicar sexo. ¿Qué se te ocurre? “No te aflijas, Pablito”, le dije. Me acerqué a ella le cogí la cara y la besé en la boca. ¿Es tarde, señorita Cora? Son las palomas, vas a ver, mamá, ya están arrullando como todas las mañanas, no sé por qué no las echan, que se vuelen a otro árbol. Yo no soy un fetichista de los pies o, al menos, no hasta ese momento, en que decidí besárselos. Cuando oí pasos en el corredor me acosté del todo y cerré los ojos, no quería verla, no me importaba verla, mejor que me dejara en paz, sentí que entraba y que encendía la luz del cielo raso, se hacía el dormido como un angelito, con una mano tapándose la cara, y no abrió los ojos hasta que llegué al lado de la cama. - ¡Carlos, me corro, me corro, no dejes de sobarme el chocho, por lo que más quieras, así, así, así, aaaagggg, qué rico, siiiiii, aaaaggg, …! -Le dije en la puerta-. I R-S. Lo recomiendo al 100%. Juan 8:44. - ¿Ni aquel medio novio que mencionaste antes? - Me parece que no vas a tardar mucho en correrte. - En el sentido de si le excitan sexualmente. - ¡Joder, qué pajote más gustoso, que rico, siiii, ya, aaaahhh, si, si, si! ¿Y tú lo has hecho? Desde ahí, ahogadamente, dijo: “Puedo llamarla Cora, ¿verdad?” Soy demasiado buena, casi me dio lástima tanta vergüenza que buscaba desquitarse por otro lado, pero sabía que no era el caso de ceder porque después me resultaría difícil dominarlo, y a un enfermo hay que dominarlo o es lo de siempre, los líos de María Luisa en la pieza catorce o los retos del doctor De Luisi que tiene un olfato de perro para esas cosas. - Por tener la sensación completa de cómo se vive en una casa nudista.
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